Síntomas de la
codependencia
emocional
Al igual que hay personas adictas a diferentes sustancias
(alcohol, cocaína, tabaco), también existen individuos que
sufren adicción a ciertas emociones que algunas personas
o situaciones desencadenan en ellos. Y es que las emociones
también liberan sustancias químicas en el cuerpo que pueden
ser muy adictivas como por ejemplo la adrenalina que
uno experimenta en una relación pasional.
Concretamente, las personas codependientes se
caracterizan por la manifestación de una excesiva, y a
menudo inapropiada, preocupación por las dificultades
de otra persona. Organizan su comportamiento en función
de otra persona con el fin de satisfacer necesidades
personales que no fueron atendidas en el pasado. Y es que
la codependencia es una herida que viene de la infancia, generalmente
debido a un inadecuado apego con las figuras cuidadoras, que se
manifiesta en la vida adulta en problemas relacionales.
Muchas personas permanecen atrapados en relaciones
insatisfactorias y hasta destructivas porque les asusta la idea de
quedarse solos o porque se sienten responsables
de la felicidad de su pareja.
Síntomas de la codependencia:
– Estar siempre preocupado por complacer a los demás. Las personas
codependientes sacrifican sus necesidades para atender primero las
de su pareja o de otras personas.
– Tener dificultades en decir que no o en expresar sus preferencias.
– Baja autoestima. La autoestima de las personas
codependientes depende en gran medida de la aprobación
de los demás. Se preocupan demasiado por lo que
los demás piensan de ellos.
– Miedo a ser rechazado o a ser abandonado.
– Negación. Hacen la vista gorda sobre aspectos
problemáticos de su pareja y de la relación.
– Pasan su tiempo tratando de cambiar a su pareja u
otras personas significativas.
– Límites difusos. Las personas codependientes a menudo se
sienten responsables por los sentimientos y problemas de
los demás. Se muestran excesivamente empáticos. Como tienen
límites difusos, absorben con facilidad las emociones de los demás.
– Siguen atrapados en una relación insatisfactoria y a veces
extremadamente abusiva, aunque en el fondo sepan
que esa relación no les conviene.
– Control. Los codependientes a menudo sienten la
necesidad de controlar (de forma implícita o explicita) a los
que están a su alrededor. Lo hacen porque
controlar les aporta seguridad.
– Tener obsesiones. Las personas codependientes tienden a
pasar mucho tiempo pensando en otras personas
o en los errores que han cometido.
Es importante buscar ayuda profesional ya que los síntomas
de la codependencia, si no son tratados, pueden empeorar con el tiempo.
Aquí vienen algunas preguntas que puedes hacerte para
empezar a producir un cambio en ti y en tu relación de pareja:
– Visualízate a ti mismo o a ti misma en una relación de amor
sana donde tus necesidades son tenidas en cuenta. ¿Cómo sería?
– ¿Qué es lo que te impide tener una relación así?
– ¿Cuál es tu parte de responsabilidad en esa
dinámica disfuncional con tu pareja?
– ¿Te recuerdan algunas interacciones que tienes con
tu pareja a las que se daban en tu familia?
– ¿Cómo está tu autoestima? ¿Cómo te hablas a ti mismo/misma?
– ¿Cuánto tiempo más piensas perder siendo infeliz?
Muchas personas piensan que estar enamorado/a
significa necesariamente sufrir pero es porque no conocen otra cosa.
Si sientes que estás perdiendo o has perdido tu
individualidad, te encuentras aislado/a socialmente,
mientes sobre tu pareja a tu amigos y familiares, tienes
la impresión de estar atrapado/a en una relación que no
te conviene, etc. no esperes más tiempo para pedir ayuda.
Recuerda que pedir y aceptar ayuda es un comportamiento
valiente, no un signo de debilidad. No te quedes solo/a con tu sufrimiento.
Fuente: Jasmine Murga