¿QUÉ ES LO QUE QUIERE
TU YO PROFUNDO?
Hombres y mujeres se buscan a sí mismos, pero generalmente
se distraen con placeres pasajeros y ciertas adicciones.
A menudo olvidamos o ni siquiera llegamos a tener presente
nuestros sueños y propósitos, nuestro camino espiritual. Nos
distraemos, nos entretenemos con relaciones donde
perdemos parte de nuestra consciencia, a veces durante
demasiado tiempo. Descuidamos los alimentos del alma,
aquello que verdaderamente nos nutre.
El proceso de estar consciente de continuo sin sucumbir
a las distracciones, adicciones y pseudorelaciones no es fácil.
Necesitamos recordarlo una y otra vez para reconducirnos al
sendero de la consciencia, comprometernos de
verdad con nuestro proceso.
Es muy frecuente que las mujeres elijan hombres creyendo
que podrán cambiarles con su Amor, lo cual nunca sucede.
Más bien se enganchan a una dinámica de rechazo y no
aceptación que socava la relación. Otras veces sufren muertes
lentas detrás de una esplendorosa fachada. Cuando una
mujer se da cuenta de lo atrapada que está puede buscar
una salida. Atrapada tanto por una fuerza exterior
como por una interior, por ella misma.
Lo peor es ser la propia “carcelera”, el asumir el desvalimiento
y participar en la propia destrucción. Es un momento crítico en
el que puede tomar la decisión de poner fin a esa situación,
y para ello necesita conectar energía masculina, una energía
con movimiento y dirección que la ayudará a conseguir lo que se proponga.
Las mujeres deben aprender y esmerarse en elegir y relacionarse
con sus amigos o amantes. Muchas veces la mujer transfiere
su fuerza y poder en nombre del Amor, y esa clase de “Amor”
destruye la conexión con la fuerza femenina.
Es preciso entonces recuperar aspectos que se habían
depositado en el otro, como la fortaleza o la seguridad. Las mujeres
deseamos un encuentro profundo e íntimo, y a menudo nos
desgastamos y vaciamos de nosotras mismas. Nos entregamos
al Amor sin saber que para entregarse primero se ha de
ser dueña de sí misma. La mujer necesita un amigo que
también esté conectado con su corazón, que la respete
profundamente, que preste apoyo a esa fuerza genuina
femenina. Un verdadero amigo del alma.
La Mujer Salvaje desea un compañero que sea como
ella, que se le pueda igualar.
Si las mujeres quieren que los hombres las conozcan de
verdad tienen que enseñarles un poco de sabiduría profunda.
Muchas mujeres se han cansado de tratar de enseñar a hombres
que no quieren aprender. Ahora bien, cuando ellos están
dispuestos es el momento de revelarles porque su alma lo demanda.
Para ganarse el corazón salvaje de una mujer el compañero
tiene que comprender la doble naturaleza de ella, sus dos
polaridades, el masculino y el femenino.
Cuando una mujer desarrolla únicamente uno de las dos
polaridades esta desequilibrada, lo que le impide
el acceso a su fuerza interior.
Generalmente la mujer busca su parte masculina en el
hombre, con lo cual deposita su fuerza y dirección lejos de ella.
Ahora bien, esta doble naturaleza de las mujeres cuando
están unidas en la conciencia y funcionan de manera
integrada proporcionan un enorme poder.
Las mujeres desean encontrar un compañero que tenga
la paciencia y el ingenio para comprender su naturaleza profunda.
Una mujer que quiera que su compañero la conozca de
verdad tiene que conseguir que él le pregunte: “¿Qué es lo
que quieres?”, “¿Qué es lo que quiere tu yo profundo?”.
Y, si realmente se quieren conocer, ella habrá
de preguntarle a su vez lo mismo.
El Hombre Salvaje, el amigo, compañero y Amante
más estimable es aquel que desea aprender.
Fuente: Ascensión Belart