No es lo que haces,
es lo que Sientes
con lo que haces
Al final, todo se trata de: ¿Qué Sientes?
Es el lenguaje del Corazón. Son las conversaciones
que hemos tenido, tenemos y tendremos las únicas que
nos han llevado, llevan y llevaremos al “más allá”.
Nos quedamos en las anécdotas, en las cosas, en los
acontecimientos, en la carne y en el hueso, en la superficie,
cuando lo único que “cuenta” es qué sentimos al mirarlas,
escucharlas, saborearlas, tocarlas,
rozarlas, abrazarlas, al experimentarlas.
- No es lo que piensas, es lo que sientes al pensar
- No es en lo que trabajas, es lo que ese trabajo te hace sentir
- No es la persona, es lo que sientes al estar con ella
- No es el fútbol, es lo que sientes cuando juegas
- No es la meditación, es lo que sientes cuando la practicas
- No es el animal, es lo que sientes estando a su lado
- No es el baile, es lo que sientes cuando bailas
- No es el amanecer, es lo que sientes cuando lo ves
Queremos encontrar el trabajo “perfecto”, la pareja
“perfecta”, la amistad “perfecta”, el maestro “perfecto”,
la espiritualidad “perfecta”, el hacer “perfecto”, la iluminación
“perfecta”, el Ser “perfecto”…creyendo que si juntamos
muchos “perfectos” nuestra vida será “perfecta”.
Pero esa perfección que deseamos está guiada por nuestras
creencias de lo que debería y no debería ser, por unos miedos,
muchos de ellos aún no conscientes, por un aparentar(nos)
que nuestro micromundo está perfectamente…controlado,
vigilado, sostenido, equilibrado. Es Ideal.
Y en cuanto el viento arrecia un poco más fuerte
de lo habitual: ¡Pataflafff! Todo se viene abajo porque
las raíces, los cimientos en los que nos intentamos construir
no tenían una base firme, por muy “sólida” que fuese. Todo el
material provenía de una mente manipulada, limitada,
tan dudosa…tan frágil…
Queremos un trabajo bien pagado, con un buen horario y
cerca de casa (= concepto actual de trabajo “perfecto”), sin
tan siquiera preguntarnos: ¿Es lo que quiero? ¿Cómo me
voy a sentir realizando esa tarea? ¿De qué energía voy
a estar rodeada: competitividad, lucha, reclamaciones,
quejas, prepotencias, mentiras, hipocresía, engaños, rutina
o alegría, honestidad, optimismo, ilusión, humildad, sencillez..?
Llegamos a casa exhaustos, cansados, con dolores de cabeza,
de espalda, estomacales, estresados, agotados emocionalmente,
llenos de ojeras porque no hemos dormido bien porque si lo
hiciéramos no querríamos despertar para ir a trabajar, a ese
trabajo que hemos elegido para que en un futuro no nos falte
de nada, aunque Ahora nos falte de todo…
Tenemos dinero, estabilidad y comodidad, pero no nos
tenemos a nosotros mismos porque nos hemos perdido
entre tanta obligación, entre tantas horas de desgaste, de
“es lo que hay”, de “la cosa está mal”, de “ya pasará”. Y tampoco
nos queda tiempo para nuestra pareja, para nuestra familia, para
nuestras amistades, para nuestros hijos, para Mi…, porque
llegamos “hechos polvo y en polvo nos convertimos” al entrar por la puerta.
Trabajo, como, duermo. Trabajo, como, duermo. Trabajo, como,
duermo. Y, ya, si eso, el fin de semana VIVO.
Cuando me di cuenta, hace ya unos meses, que éste era mi
Sentir diario fue un ¡Cratacack! interno. Me pasaba de lunes
a viernes “fugándoseme” la energía y el sábado
y domingo recuperándola.
¡Qué horror! Lo dejé hace cuatro meses.
La Vida Es cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo…
no sólo cuando se acaba la jornada laboral. ¿Trabajas
para vivir o vives para trabajar?
Es un continuo Tic Tac. Dejamos que la vida pase por delante
de nuestros ojos, cegados por nuestra obsesión con la
“seguridad” del mañana, como si éste existiera…, en lugar
Ser nosotros los que pasemos por ella.
¿A qué te dedicarías si no tuvieras miedo? ¿Con quién dormirías?
¿Dónde vivirías? ¿De quién/qué te rodearías?
Pero es que…, no es tan fácil.., la crisis…, no voy a encontrar
nada…, tengo una edad…, la hipoteca…, los hijos…, bla bla
bla, excusas, excusas y más excusas.
¿Acaso lo has intentado?
Da igual lo que hagas, el puesto que tengas, que estés en un
súper, en una tienda, de barrendera, funcionaria, enfermera,
ayudando al prójimo y al que no es prójimo, de presidenta
del gobierno o de taquillera en un cine. Lo importante es: ¿te
sientes bien haciendo lo que haces? ¿Estás a gusto? ¿Tienes
la conciencia tranquila? ¿Vas contenta a trabajar? ¿Te es
indiferente que sea viernes que lunes?
Si la respuesta a esas preguntas es NO, ¿cómo pretendes ser
feliz si respiras más de la mitad del día en un lugar en el
que no deseas estar? ¿De quién es la responsabilidad?
¿De los políticos también…?
Quizás no sabemos hacia dónde ir pero SIEMPRE sabemos
dónde no queremos permanecer ni a dónde regresar.
Cambia. Prueba otras cosas. Juega. Diviértete.
Arriésgate. Disfrútate. Libera a tus mariposas.
Open your mind
Open your heart
¿Y si…? Los “y sis” no existen. La única certeza que hay es la
que en este instante sientes. Todos los otros pensamientos
que se te pasan por la cabeza se llaman Miedo, y éste jamás es real.
¿Sabes qué es lo único que te vas a llevar “al otro lado”
cuando dejes de latir? Lo que en ese momento Sientas, nada más.
Si Hoy murieses, ¿qué te diría tu Corazón?
El “no, a la vida” ya lo tienes
¿Qué tal si vas a por el Sí?
Tú decides.
Fuente: regresoalhogar.com