EL EXPERIMENTO DE
"VIVIR TU DISEÑO"
Ra Uru Hu es el fundador del Sistema de Diseño Humano. Un
genio que nos deja una herramienta de autoconocimiento increíble.
Aquí os dejamos con este artículo donde habla de la esencia
más simple y pura del Diseño Humano.
El sistema del Diseño Humano no es un sistema de creencias. No
requiere que creas en nada de lo que aquí se dice. No requiere que
creas en mí. Esto no son historias. No es una filosofía. Es un
mapa concreto de la naturaleza de tu ser. Es una forma lógica en
la que los seres humanos podemos vernos a nosotros mismos. El
entendimiento que las verdades simples, que las mecánicas humanas
ponen de relieve, es suficiente para marcar una gran diferencia
en la vida de cualquier individuo.
La ironía del ser humano radica en que estamos atrapados en la
superficie del entendimiento de las mecánicas de la vida, y
consiguientemente de la aceptación de nuestra propia naturaleza
mamífera y de la naturaleza del cosmos que tenemos a nuestro alrededor.
La realidad es que estamos estancados en la superficie de ese
entendimiento. No importa lo inteligente que uno sea. No importa las
etiquetas que le queramos colocar a esa inteligencia; no importa
que le llamemos “iluminación” o “genialidad”. Lo cierto es que
existe una gran ignorancia fundamental acerca del funcionamiento
de nuestro propio cuerpo físico, y del modo en que se
autorregula con la conciencia.
El Sistema del Diseño Humano te ofrece una imagen gráfica y mecánica
del funcionamiento del conjunto de tu código genético. Ahora,
con los conocimientos del Sistema de Diseño Humano, todos los
mecanismos enraizados en tu código genético pueden ser analizados
en detalle por cualquier analista experimentado.
Sin embargo, sólo con saber cómo funcionan los mecanismos básicos,
tendrás la base experimental necesaria para percibir inmediatamente
una diferencia en la experiencia personal de tu propia vida.
Estas verdades esenciales del Diseño Humano son sencillas
porque son mecánicas. Nuestros genes operan de forma mecánica
(bio-lógica) y cuando nosotros, a través de nuestra personalidad,
tratamos de interferir con esos procesos biológicos, caemos
fácilmente en las redes psíquicas de la confusión, el caos y dolor emocional.
Los seres humanos somos pasajeros en nuestro cuerpo físico.
Somos la posibilidad de una conciencia muy sofisticada
experimentando todos los polos de la dualidad contenidos en el
devenir de la vida. Buda nos enseñó que el cuerpo no es nuestro,
que no nos pertenece, sino que le pertenecemos porque es el vehículo
indispensable para darle sostén a nuestro proceso vital.
No obstante, al mismo tiempo, dependemos totalmente de nuestro cuerpo.
La vida misma nos ha hecho totalmente dependientes de nuestros
vehículos. De modo que aprender a reconocer las leyes naturales de
nuestro propio cuerpo particular – y a operar con el respeto adecuado
a su naturaleza innata – reporta beneficios inmediatos tanto
sobre nuestra salud psíquica como física.
Un aprendizaje completo de todo lo que tu diseño puede dar de sí
requiere de un proceso de siete años de de-condicionamiento paulatino,
que te ayudará a desaprender y a romper la identificación
con los patrones impuestos por los condicionamientos. Siete años
aproximadamente es el tiempo necesario para que se renueve la
práctica totalidad de las células de nuestro cuerpo. La vida de los
seres humanos está dividida en ciclos de siete años.
En el momento en el que comienzas a vivir con respeto a las leyes
mecánicas de tu propia naturaleza innata, en el momento en que
permites a tu cuerpo desplegar la vida que contiene sin ningún tipo
de resistencias, ese es el momento también en que comienzas
un profundo proceso de de-condicionamiento que, siete años más
tarde, desembocará en una profunda conciencia de
auto-realización: tu propio y verdadero ser.
Una de las ironías más grandes de nuestra vida es que el ser humano
no llega nunca a vivir realmente la que sería su propia vida. La
cristalización en la mente de las fuerzas condicionantes (mentalidades)
simplemente no lo permiten, entre otras cosas debido a su incapacidad
de identificar la diferenciación de un individuo recién nacido, y es
debido a ese chiste existencial que la existencia depara a todos los
miembros de nuestra especie – cuanto más listo, peor – por lo
que la vida parece ser una experiencia difícil de transitar para nosotros.
Ahora sabemos que hace falta emplearse a fondo para llegar a
vivir siendo uno mismo, y no acabar desfigurados por los elementos
culturales. También sabemos que es muy fácil decirle a alguien
que sea él o ella mism@, pero previamente es necesario saber
de quién y de qué estamos hablando.
Los seres humanos no se gustan a sí mismos porque no saben
realmente quienes son ni cómo llegar a saberlo.
Nunca han vivido la experiencia de ser genuinamente ellos mismos
ni tampoco conocen la belleza que envolvería su vida si la vivieran
con la motivación natural y correcta para ellos.
Ha llegado la hora de constatar que este planeta no tiene por qué
ser, como han dicho siempre los místicos, el ‘planeta del
sufrimiento’, sino que contiene también todas las oportunidades para
alcanzar un glorioso despertar a una vida llena de valor y de propósito individual.
En el Diseño Humano no se trata de ningún tipo de garantías o
promesas de iluminación. No se trata de decirle a nadie que si vive
su propia naturaleza, entonces va a ser más rica o más guapa o más lo que sea.
No se trata, en ningún caso, de que seas el mejor en nada, sino de que
seas el mejor tú que hay en ti; el personaje genuino y natural que
nació contigo, y que te acompañará desde dentro hasta el final de
tu viaje en la vida. Se trata sencillamente de que seas tú
mismo; y lo sepas apreciar!
La vida es un proceso siempre cargado de dualidad, y esto se nos revela
a través de nuestros valores y dilemas morales. Siempre existirá esto
y aquello. Siempre habrá éxitos y fracasos. Esa es la naturaleza de la
experiencia de ser humano, y todos tenemos que experimentar
el espectro completo de lo que la experiencia humana puede dar de sí.
En el momento que vives en función de tu propia naturaleza innata,
y entras correctamente en contacto con las cosas de la vida, entonces
es cuando encuentras las cosas y personas que son correctas
para ti, tanto en un nivel profesional como emocional.
Lo que menos importa entonces es si eres una persona con éxito
y reconocimiento social o no, sino el sentimiento de auto-realización
que te motiva en todas las cosas que haces con tu vida.
No habrá más sufrimientos vanos e inútiles, independientemente de
cuáles sean las circunstancias por las que estés atravesando.
Al vivir conectado con la naturaleza de tu propia autoridad interna,
enseguida verás con claridad que todo lo que ocurre en tu vida es
un reflejo exacto de la percepción que tienes de ti mismo. Sea esto
lo que sea. No habrá una parte de ti que diga: “Yo desearía
ser esto o aquello o lo de más allá”.
En la cultura occidental las personas están guiadas por el insano
afán de querer mejorarse y mejorarlo todo en función de lo que no
es más que propaganda de su mente colectiva. Todos intentan ser
más delgados, más inteligentes, más rápidos, más ricos.
También existen toda una serie de filosofías pseudo-espirituales que
pretenden decirles a todos cuál es el camino que deberían seguir.
Debido a la ignorancia fundamental de las mecánicas individuales
con las que viven, los seres humanos sufren debido a la
propaganda de las generalizaciones.
Sin un conocimiento básico de la propia naturaleza, uno finalmente
se pierde entre la diversidad que va encontrando en el camino. No
es preciso cambiar nada, sino que se trata simplemente de ser
uno mismo ejerciendo conscientemente la autoridad
interna con la que hemos nacido.
El Sistema de Diseño Humano abre las puertas hacia el potencial
del amor incondicional hacia uno mismo. Encontrar el amor a uno
mismo es también encontrar el más genuino de todos los amores;
el amor a la vida y el amor a los demás a través del simple
entendimiento de la naturaleza de las cosas. Al vivir correctamente
la naturaleza de tu diseño, y reconocer la diferencia individual
de tu tipo y de tu perfil humano, comienzas a entender tu
modo único de encajar con los demás en tus relaciones personales.
Gran parte de las dificultades con que nos confronta la vida
procede de nuestra incapacidad para comprender nuestras
relaciones personales, sean estas de carácter profesional o personal.
A la falta de entendimiento que hay en los individuos acerca de
su propia naturaleza, hay que añadir el hecho de que las
relaciones operan siguiendo el mandato de un imperativo
genético que tiene sus propias leyes.
Ser tú mismo es saber atraer hacia tu vida a las personas que
están realmente hechas a tu medida. Estos conocimientos te dan
las claves mecánicas necesarias para conocer la estrategia vital
que te llevará a encontrar y beneficiarte de las mejores asociaciones posibles para ti.
Las asociaciones correctas te permiten no solo sentirte genuinamente
reconocido y comprendido por los demás, sino que te permite
también entenderlos a ellos tal y como son. Como padre, esos
conocimientos han sido un ingrediente esencial para el desarrollo y
el bienestar natural de mis hijos.
El Diseño Humano es un cuerpo de conocimientos lógicos y mecánicos.
No es una teoría abstracta ni tampoco es filosofía.
La aplicación simple de estos conocimientos en tu propia vida
cotidiana te aportará beneficios prácticos e inmediatos. Disfruta
experimentando con la estrategia vital que te llevará a “Vivir tu
Diseño” como el mayor de los privilegios que jamás hubieras podido
soñar; el de ser tú mism@, y serlo con todas las consecuencias.
Disfruta del hecho de que realmente hoy existen conocimientos
en el mundo cuyo valor práctico es inconmensurable. Disfruta
del hecho de que tienes acceso a ellos y úsalos para desvelar
al saludable y amoroso ser humano que habita dentro de ti.
Ra Uru Hu
Fuente: www.proyectolibremente.com