LAS INSTRUCCIONES
BÁSICAS DEL BUDA
PARA PRACTICAR
ATENCIÓN PLENA
DE LA RESPIRACIÓN
En nuestro siglo XX necesitamos
arraigarnos primero,
necesitamos relajarnos probablmente
más que cualquier otra civlización
en la historia, necesitamos soltar...
estoy seguro de que somos la
civilización más tensa de la historia.
Alan Wallace
Observar la respiración para calmar la mente es la técnica esencial
de la ciencia contemplativa de las diferentes filosofías de la India.
Esta técnica, que conduce al samadhi (paz, concentración) no es
una innovación del Buda; sin embargo, fue el Buda el que la
incorporó dentro de un sistema con una metodología muy precisa
para lograr el cese del sufrimiento, y la combina con una
investigación intelectual (shamatha y vipassana).
Su óctuple noble sendero, el cual tiene el objetivo de conducir a
la Iluminación, está fundamentado en tres pilares: la disciplina
ética (shila), la concentración o paz mental
(samadhi), y la sabiduría (prajna).
El maestro budista Alan Wallace hace la siguiente comparación:
"uno puede comparar la disciplina ética con la construcción
de un observatorio de astronomía con una visión despejada;
el desarrollo del samadhi es como montar un telescopio de
alta resolución sobre una plataforma estable; y cultivar la
sabiduría es usar el telescopio para sondear los cielos".
Es a través de la claridad mental que se establece en la
meditación, que se logra tener un aparato cognitivo capaz de
acceder a la sabiduría (sondera el cielo interno) y liberarse
de las infirmezas de la mente (que oscurecen la visión).
En inglés se utiliza la siguiente frase: Be still and know thyself
(quédate quieto y conócete a ti mismo), una ampliación del
oráculo de Delfos que sugiere que el requisito
para el conocimiento es la calma.
Hoy en día se ha popularizado lo que se conoce como el
"mindfulness", que es a grandes rasgos una adaptación
de la meditación budista,-principalmente de la atención
consciente, del cultivo del samadhi a un contexto secular.
Las bases del "mindfulness" (sati en pali) se encuentran
en los sutras del canon pali, que recogen las
enseñanzas directas de Gautama Buda.
La atención plena a la respiración fue enseñada por el Buda
en numerosos sutras, pero generalmente se cita el sutra que,
justamente, lleva el nombre de "Sutra de la atención [o recolección]
de la respiración", el Ānāpānasati Sutta y el Satipaṭṭhāna
Sutta (sutra del mindfulness).
Aquí tenemos el núcleo o la semilla que ha florecido en
diversas prácticas, algunas incorporando elementos más
sofisticados, pero siempre manteniendo esta misma esencia
que es el bastión del entrenamiento de la mente budista.
Siempre es bueno regresar a las raíces, por lo cual aquí
revisaremos lo que enseñó el Buda sobre cómo atender
a la respiración, lo cual es la base de la meditación
que más se practica en el mundo hoy en día.
Tenemos aquí, con una simpleza de enorme penetración,
la cimiente de una práctica meditativa, para principiantes,
pero también incluye un esquema más avanzado de
meditación analítica que se deriva, primero, de la
observación de la respiración y, luego, con gran naturalidad,
de una serie de intuiciones o descubrimientos que nacen
de dirigir esta misma atención plena, libre de conceptos y
oscurecimientos, a la propia mente (esto es algo así como
los datos que arroja el utilizar nuestro
telescopio interno de alta resolución).
En cierta forma la calma mental (el samadhi) al producirse
naturalmente genera una lúcida introspección (el insight o
vipassana); o, en otras palabras, si uno aprende a respirar,
de manera natural, la respiración poco a poco nos irá
llevando a la sabiduría (el prana, aire y energía,
es a final de cuentas la misma conciencia).
Así que, si bien esta meditación es utilizada en un contexto
secular solamente para calmar la mente o generar mejor
concentración, contiene, si es llevada a su última
consecuencia, la base para alcanzar la sabiduría;
sabiduría que es siempre experiencia
directa, no intelección abstracta.
El Buda enseña que, si se practica adecuadamente la atención
plena de la respiración y se utiliza un método de interrogación
a partir de la observación no comprometida por conceptos,
prejuicios o hábitos que oscurecen la cognición, entonces
surgen los sietes factores de la iluminación, de manera progresiva:
sati (mindfulness)
dhamma vicaya (análisis o investigación)
viriya ( energía o persistencia)
pīti (la dicha o el placer asociado con la calma)
passadhi (serenidad o tranquilidad)
samadhi y, finalmente,
upekkhā (ecuanimidad).
Esta es la transformación que atraviesa la mente
a través de la disciplina meditativa.
El principio es sati, que, además de "atención plena",
puede traducirse de manera más fiel como "recolección";
recordar que debemos simplemente observar la respiración,
no importa que surjan pensamientos que nos distraigan,
recordar que debemos sentarnos a meditar o recordar
el dharma (las enseñanzas), incluso cuando no estamos
meditando, pues es lo que conduce a los
otros seis factores de la iluminación.
El último es la ecuanimidad, la cual ya habla de
una sabiduría, fruto de la experiencia de la impermanencia,
a través de la observación del cuerpo y los fenómenos:
como la naturaleza de todos los fenómenos es
impermanente no hay una verdadera motivación para
reaccionar ante ellos, o perseguir las sensaciones que
nos generan (lo cual nos ahorra el sufrimiento
de la avidez, el apego, la aversión, etc.)
En el Ānāpānasati Sutta, el Buda da la instrucción para el
cultivo de la atención consciente a la respiración, de tal manera
que sea fructífera y conduzca a los sietes factores de la iluminación:
He aquí, el monje va al bosque y, debajo de un árbol o
choza vacía, se sienta cruzando las piernas, enderezando
el cuerpo y estableciendo su atención consciente en frente de él:
conscientemente inhala, conscientemente exhala.
Inhalando largo, comprende: (i) estoy inhalando largo;
exhalando largo, comprende: estoy exhalando largo.
(ii) Inhalando corto, comprende: estoy inhalando corto;
exhalando corto, comprende: estoy exhalando corto.
En otras palabras, el meditador simplemente observa su
respiración, sea corta o larga; no intenta
modificarla, sino que observa su ritmo natural.
Si te distraes o empiezas a proyectar una elaboración
mental sobre las sensaciones de la respiración, simplemente
vuelves a empezar, esto es lo que significa sati o mindfulness.
La conciencia de la respiración es a la vez lo más
sencillo y lo más profundo, ya que la misma respiración,
el aliento, es el vehículo del prana (la energía) que a la
vez está ligado íntimamente con la conciencia
en una relación de estrecha interdependencia.
Con la conciencia podemos modificar la energía, y con la energía
podemos modificar la conciencia. "Tu respiración es lo más
cercano que puedes llegar a una imagen de tu mente.
Es en cierta forma el retrato de tu mente", dijo Chogyam Trungpa.
En el mismo sutra se introducen elementos de mindfulness
que acompañan la observación de la respiración, y los
cuales van acercando a ciertas intuiciones (vipassana).
Luego se entrena así: (iii) voy a inhalar experimentado el
cuerpo… voy a exhalar experimentado el cuerpo…
(iv) voy a inhalar calmando las formaciones corporales…
voy a exhalar, calmando las formaciones corporales…
(v) voy a inhalar experimentando entusiasmo…
voy a exhalar experimentando entusiasmo…
(vi) voy a inhalar experimentando placer…
voy a exhalar experimentando placer…
(vii) voy a inhalar experimentando las formaciones
mentales… voy a exhalar experimentando las formaciones
mentales… (viii) voy a inhalar calmando las
formaciones mentales… voy a exhalar calmando
las formaciones mentales… (ix) voy a inhalar experimentando
la mente… voy a exhalar experimentando la mente… (x) voy
a inhalar con satisfacción en la mente… voy a exhalar
con satisfacción en la mente… (xi) voy a inhalar
concentrando la mente… voy a exhalar concentrando la
mente… (xii) voy a inhalar liberando la mente… voy
a exhalar liberando la mente… (xiii) voy a inhalar
contemplando la transitoriedad… voy a exhalar
contemplando la transitoriedad… (xiv) voy a inhalar
contemplando la disolución… voy a exhalar contemplando
la disolución… (xv) voy a inhalar contemplando el cese…
voy a exhalar contemplando el cese… (xvi) voy a inhalar
contemplando el renunciamiento… voy a
exhalar contemplando el renunciamiento.
Lo anterior consiste en una serie de prácticas de mindfulness
(atención plena), con las cuales se utiliza el propio cuerpo
y la propia mente para realizar una serie de experimentos
orientados a establecer un profundo entendimiento
de la naturaleza de la realidad.
Es aquí donde se revela una "ciencia budista" o una ciencia
contemplativa; lo que permite hacer estos experimentos,
que son a la vez un entrenamiento, es que la mente se
encuentra en calma (esto es el equivalente a la
objetividad dentro del método científico).
En estos procedimientos se incorporan los principios de la
filosofía budista como la impermanencia o transitoriedad, dentro
del experimento que es la meditación, para que puedan
ser observados de manera concluyente en el propio organismo
y no sean solamente enseñanzas que el adepto escucha,
sino que se conviertan en verdades de la experiencia.
En el Satipaṭṭhāna Sutta esto mismo se divide en las cuatro
aplicaciones del mindfulness: primero la contemplación del
cuerpo (la observación de los elementos del cuerpo, la postura
y las sensaciones puramente físicas de la respiración); segundo
la contemplación de los sentimientos (las sensaciones que
ocurren en el cuerpo, ya sean de placer, dolor y demás, que son
observadas sin identificación); tercero, la contemplación de la
mente (esta es la observación de la actividad mental, emociones
y pensamientos, y la conciencia que se observa a sí misma),
y cuarto la contemplación de los dharmas u objetos mentales
(aquí se observan distintos estados mentales, como los cinco
obstáculos, los cinco agregados, los sietes factores de la
iluminación y las cuatro nobles verdades).
Siempre con la base de la respiración.
Los siete factores del despertar van surgiendo conforme se
practica la atención plena de la respiración y se realiza
la indagación de los dharmas. Por ejemplo:
En alguien que investiga y examina con sabiduría, surge una
inagotable energía. En cualquier ocasión en la que aparece
esa inagotable energía producto de la investigación y examen,
en esa ocasión surge el factor del despertar de la energía,
el cual, mediante desarrollo, llega a realizarse por completo.
En quien surgió la energía, surge el entusiasmo espiritual. En
cualquier ocasión en la cual surge ese entusiasmo espiritual,
en esa ocasión surge el factor del despertar del entusiasmo,
el cual, mediante desarrollo, llega a realizarse por completo.
En alguien que está entusiasmado, el cuerpo y la mente se
calman. En cualquier ocasión en la que se calman el cuerpo y
la mente, en esa ocasión surge el factor del despertar de la
tranquilidad, el cual, mediante desarrollo,
llega a realizarse por completo.
Por último, un comentario más actual sobre este mismo tema,
de Thich Nhat Hanh en su libro Miracle of Mindfulness:
Debes saber cómo respirar para mantener la atención plena,
ya que la respiración es una poderosa herramienta natural que
puede prevenir la dispersión. La respiración es el puente
que conecta la vida a la conciencia. Cuando sea que tu
mente se distrae, usa tu respiración como un medio
para retener la atención de tu mente de nuevo...
En un monasterio budista, todos aprenden a usar la
respiración como herramienta para detener la dispersión
mental y cultivar poder de concentración.
El poder de concentración es la fuerza que viene de
practicar atención plena [mindfulness]. Es la concentración
la que nos puede ayudar a obtener el Gran Despertar.
Fuente: www.pijamasurf.com