Nos perdemos el cielo
porque creemos que no
sabemos volar
Somos bebés descubriendo qué es la Vida, descubriéndonos.
Nacidos para Ser, nacidos para Sentir, nacidos para Vivir.
No sabemos de qué va la película. Aunque ya esté rodada,
la vamos filmando día a día, hora tras hora, segundo a segundo.
¿Cuál será la siguiente escena? ¿Acción, drama, erótica,
comedia, fantástica, romántica…?
Cada amanecer es un nuevo episodio, un nuevo despertar,
un nuevo “dar a luz”. Abrimos los ojos y todo lo que viene a
continuación es sorpresa, aunque lo veamos como
una rutina, monotonía y aburrimiento.
Párate un momento. ¿Estás seguro de que tus planes “van
a salir bien”? ¿De que esa ruta que ya te has marcado hoy la
vas a mantener tal cual? Honestamente, no. No tenemos ni idea
y vamos caminando con la certeza de que “va a ser así”,
cerrando nuestra mente a otras posibilidades, a otras sendas,
a otras aventuras, a otros desconocidos por conocer.
Y así nos perdemos el Cielo porque Creemos que no
sabemos volar, porque no confiamos en nosotros mismos,
porque tenemos miedo a fracasar, a sentirnos unos fracasados…
Porque alguien nos dijo que no podíamos y le hicimos caso.
Porque alguien nos dijo que salir ahí fuera era
peligroso y le hicimos caso. Porque alguien nos dijo que para
ser feliz había que luchar, que esforzarse, que competir,
que ser mejor, que sufrir… y le hicimos caso.
Porque alguien nos dijo “el que bien te quiere
te hará llorar” y le hicimos caso…
Nos hemos Creído todo lo que alguien también se creyó de
otro alguien sin ni siquiera ponerlo en duda, sin ni siquiera
comprobarlo, sin ni siquiera intentarlo.
Y esas voces, nos las seguimos repitiendo cada vez que
una oportunidad de cambio llama a nuestra puerta. Y nos
seguimos encerrando en nuestra cueva “por si acaso”, atrayendo
experiencias de dureza, de dolor y de castigo para así poder
darles la razón y mantener “tranquila” nuestra conciencia.
Y cuando vemos a alguien Feliz le llamamos loco, cuando
los únicos que hemos perdido la cordura somos nosotros.
Si por un momento no nos dejásemos llevar por todos esos
miedos que nos acechan, durante sólo un instante, nos daríamos
cuenta de lo dormidos que estamos, de la cantidad de vendas
que hemos puesto a nuestro Corazón, de la Belleza que nos
rodea y que somos incapaces de disfrutar porque llevamos
puestas las gafas de la fealdad sin saberlo.
Si por un momento dejásemos de correr hacia delante o hacia
atrás y nos quedásemos quietos, aquí y ahora, sabríamos lo
que es Respirar, sabríamos lo que es el Silencio, pero no ése
que nos provoca tanto “ruido”, sino el otro, el “único”, el silencio
de la Paz, ése que nos habita dentro y que tanto añoramos.
Sabríamos que todo ese AMOR que buscamos desesperadamente
siempre ha estado, está y estará en nosotros, porque nosotros
hemos sido, somos y seremos Él, por Siempre Jamás…
Pero no nos reconocemos porque no nos Sentimos. Y no nos
sentimos porque estamos envueltos en pieles de hormigón
para que nada nos roce, para que nada nos (re)mueva, para que
nada nos transforme, para así no tener que tomar decisiones,
para así poder seguir culpando a esas voces, para así continuar
alimentándonos de nuestras propias mentiras, engordando a su
vez nuestro vacío, nuestra infelicidad, nuestra hipocresía y nuestra soledad.
Y, ¿sabes? No pasa nada. Aún estamos gateando y a un bebé
no se le puede castigar porque todavía no sepa correr. No te
machaques, no te juzgues, no te maltrates por actuar así.
De momento, has elegido el camino del sufrimiento, de la supervivencia.
Cuando te canses de caminar descalzo por encima de tantas
piedras, cuando ya no puedas más, cuando alcances el fondo del
pozo de tus lamentos, cuando te quedes sin oxígeno, cuando
seas consciente de que olvidaste la dirección de tu Norte…, tarde
o temprano, te rendirás ante Ti, Volverás a Empezar
y empezarás, de nuevo, a Volar.
Alguien dijo una vez:
”La Vida es lo que sucede mientras estás
ocupado haciendo otros planes“
Yo te digo:
Esos planes…también es la vida.
Ya te estás sucediendo.
Tú eres Vida.
Tú eres AMOR
Fuente: www.regresoalhogar.com