CONOCE TU VIDA,
CONFÍA EN TU VIDA
¿Alguna vez has tenido una experiencia en la que alguien
te dijo lo que sentía acerca de ti y te resultó insultante e hiriente?…
Es muy probable que hayas tenido esta experiencia al menos
una vez en tu vida. ¿Te acuerdas de cómo te sentiste al
estar en el extremo receptor de una reprimenda poco
amable?… ¿Recuerdas qué es lo que hiciste para sentirte
mejor?… ¿O que el evento se convirtió en una lesión que
todavía te duele?… ¿Era un amigo o alguien en quien habías
confiado y admirado?… Si contestaste sí a cualquiera
de estas preguntas, la siguiente cuestión a considerar es
la siguiente: ¿Qué conoces realmente de tu ser interno?
Basándonos en las
opiniones de los demás
Cuando nos encontramos lejos de la sabiduría de nuestro
propio corazón, tendemos a sentirnos inseguros, a veces
incluso alimentando la paranoia.
Eso es porque no hemos pasado el tiempo necesario
para llegar a conocer nuestro ser.
Nuestra tendencia es la de hablar con nuestros amigos
y pedir sus opiniones, en vez de retirarnos y buscar el
consejo en nuestro propio corazón. “Hola amigo, fulano de tal
dijo que yo soy esto y que yo soy tan … Me duele en mis
sentimientos … ¿qué te parece?… ¿Soy horrible?… ¿Soy
una persona terrible?… ¿Tengo tu permiso para no tener en
cuenta lo que esta persona dice de mí? ”
Cuando no conocemos realmente a nuestro ser, empezamos
confiando en las opiniones de los demás, en lugar de ir a nuestro
propio origen y preguntar por la Verdad allí.
¿Cómo se puede confiar en las respuestas que vienen de nuestro
interior, si no nos tomamos el tiempo para llegar a conocer a
nuestro ser?… ¿Son las opiniones de los demás más dignas
de consideración que las de nuestro propio corazón?… A veces,
sí, es importante ir a los demás y buscar ayuda y consejo … pero
es que…. ¿siempre es el primer lugar para ir?
Conozcamos a nuestro interior
Cuando se consigue esa sensación molesta, esa sensación
de que algo no está bien, cuando comenzamos a sentirnos
inseguros acerca de lo que otros piensan de nosotros, cuando
nos sentimos tentados a ir a preguntar a otras personas las
opiniones sobre nuestro carácter, entonces, detengámonos
por un momento y preguntemos primero a nuestro ser
interior, a nuestro Ser Verdadero.
Busquemos primero su aprobación, reconocimiento y validación.
Nuestro verdadero Ser esta siempre ahí, en nuestro Corazón,
simplemente esperando a que le pidamos consejo, que le
reconozcamos, que le amemos.
Tomemos un poco de tiempo, desenchufemos la conciencia
de las masas por un rato. Apaguemos la televisión, el ordenador,
los teléfonos, las tablets y todas las otras formas a las que
estemos conectados, todas esas cosas que tapan a nuestro propio
corazón. Coloquemos las manos sobre el centro del corazón
y respiremos en ese espacio. Sintamos a nuestro propio Corazón.
Simplemente hagamosle la petición: “Háblame de mi verdadero
ser… Quiero saber de mi… ¿Quién soy yo? ….” Y luego
escuchemos y sintamos todo lo que tiene que decirnos.
Hablemos con nuestro interior y vamos a contarle lo que nos pasó,
cómo nos sentimos y pidamosle que nos diga la verdad. Vamos
a permitirle que nos arroje luz sobre la situación de quiénes
somos en verdad. Lloremos si es necesario, riamos si lo
necesitamos, porque el amor de nuestra fuente interior puede
ser muy emocional y las lágrimas lavan el viejo dolor residual.
Dejemos que nuestro verdadero yo limpie esos pensamientos
y sentimientos y los reponga con la Verdad. Somos hermosos,
perfectos, queridos. Dejemos que nuestro verdadero yo nos
lo diga. Miremos y sintamos la verdad de nosotros.
Confiemos en
nuestro interior
Cuanto más tiempo desconectemos de la conciencia de
masas y conectemos con nuestro propio corazón, más fácil
sera tratar con las cosas hirientes que otras personas dicen de nosotros.
Sentiremos cómo cada vez nos hace menos daño, ya que
sabremos la verdad verdadera de nosotros mismos y
empezaremos a confiar en nuestros propios pensamientos,
palabras y acciones. Vamos a dejar de dar poder y responsabilidad
a los demás para darnos a nosotros valor y aprobación. Es
más fácil perdonar a los demás y reconocer sus propias
proyecciones sobre lo que reflejan en nosotros.
Comencemos a amar a todos y a aceptarlos tal y como son,
sin condiciones ni expectativas, porque no las necesita para
sentirse bien consigo mismo. No debemos depender de los
demás para ser felices. No necesitamos las opiniones de los
demás para seguir su propio camino y propósito. Confiemos
en nuestro Ser y dejemos que nos de su poder.
Equilibrio
Conozcamos por qué nos tomamos algo de tiempo a veces
cuando nos pasa algo. Preguntemonos, “¿Estamos corriendo
lejos de la vida por miedo a ser herido de nuevo?… A veces,
el Espíritu obra a través de otros para entregarnos un mensaje
cuando no escuchamos a nuestro interior.
Así que, después de habernos retirado a contemplar y
dedicar tiempo para conocer a nuestro ser, sigamos adelante
y afrontémonos de nuevo al mundo. Pasemos tiempo
con nuestros seres queridos. Salgamos y compartamos
nuestro ser con el mundo…. sin miedo. Seamos el Amor
que somos. Seamos Amor. Esto es lo que se descubre cuando
contactamos con nuestro Ser Interior.
Fuente: Energetic-mastery