T I P O S D E
P E R S O N A L I D A D
ENEAGRAMA, en griego, significa literalmente
nueve líneas.
En geometría, un eneagrama es
una estrella de nueve puntas.
El Eneagrama de la Personalidad, comúnmente
conocido como Eneagrama es un mapa de la personalidad,
es una tipología de la personalidad útil como camino
de autoconocimiento y por tanto de crecimiento personal.
El eneagrama postula nueve tipos básicos de
personalidades, de caracteres, y los representa como
los vértices de un eneagrama que asimismo se divide
en tres triadas: los Emocionales (2, 3, 4), los
Mentales (5, 6, 7) y los Instintivos (8, 9, 1).
Esta triada explicita que hay personas que son
movidas por lo mental, lo emocional,
o son más de acción impulsiva.
Esta propuesta de conocimiento nace de una elaboración
occidental llevada a cabo por Óscar Ichazo, que fue maestro
de Claudio Naranjo, quien realizó todo un trabajo de
síntesis de este trabajo. También esta herramienta fue
nutrida por autores como Richard Riso, Helen Palmer,
Russ Hudson, A.H. Almaas o Dhiravamsa. Dicha elaboración
occidental se basa en ideas anteriores de origen místico
y oriental, que beben de las fuentes del sufismo
y con las que Gurdjieff ya trabajó.
La palabra Personalidad deriva del latín “personam”,
palabra que designaba a la máscara con que cubrían
su rostro los actores durante las representaciones dramáticas.
El Eneagrama busca ayudarte a detectar tu máscara
para poder ser más esencia que máscara.
El sistema del Eneagrama es un mapa que describe
la personalidad según nueve caracteres, también explica
las relaciones entre estas formas de ser, abordando las
relaciones humanas y las des/afinidades e interacciones
entre los distintos tipos de carácter. Explica por qué
suelen caernos bien determinados tipos de persona o
rechazamos a otras, mientras otro tipo de personas
nos son más bien indiferentes.
La teoría básica es que existen nueve Eneatipos o
Personalidades Arquetípicas en las que estamos todos,
con sus estrategias básicas para tratar los asuntos,
y que éstas personalidades, según su experiencia vital
o nivel de estrés, pueden sufrir más o menos en la vida.
En las décadas recientes, el término Eneatipo se ha
establecido como sinónimo de carácter. Desde la base
de estas 9 formas de ser, el trabajo con el Eneagrama
busca alejarse de la rigidez del carácter y
acercarnos más a nuestra autenticidad.
Cada tipo de personalidad posee un mapa de
características que denotan patrones de pensamiento,
sentimiento y comportamiento.
Uno de los propósitos del Eneagrama es aprender
sobre el tipo de uno mismo y los patrones y hábitos
asociados a ese tipo, con el fin de auto-comprenderse
y desarrollarse, para poder convivir mejor
con nuestras tendencias actitudinales.
Asimismo, el Eneagrama puede ayudarte a conocerte
y a mejorar tu calidad de vida sin tener del todo claro a
qué eneatipo perteneces, debido a que este método
de autoconocimiento trata temas muy profundos
y que nos son comunes a todos.
Nuestro carácter nace de nuestra estrategia de vida
para sobrevivir en la infancia y cristaliza hacia los 7 años.
Este estilo de supervivencia fue útil y valioso, pero en la
vida adulta puede ser más un obstáculo de crecimiento
que de nutrición, ya que toda persona en su desarrollo,
y más en la niñez, negó unas formas de ser y de hacer
para poder avanzar y nos acercó a una percepción
mientras nos alejó de otras percepciones
o formas de pensar y de sentir.
Por ejemplo el niño 5, ante una madre invasiva, se aisló
hacia dentro y creó su propio universo de ideas, mientras
que el niño 3 descubrió que podría gustar
a sus padres mostrándose eficaz.
Por otro lado es muy importante detectar a dónde se
dirige nuestra atención, al conocimiento, al romanticismo,
al poder, a la tranquilidad, a la justicia…
¿Cuáles son nuestros temas clave? Aprendiendo
sobre el tipo de cosas a las que uno atiende y dedica
energía habitualmente, uno puede observarse a sí mismo
de forma más precisa y desarrollar más
conocimiento sobre uno mismo.
Con la ayuda del Eneagrama podemos ejercer mayor
elección sobre el propio comportamiento, en lugar
de entrar en patrones automáticos de pensamiento,
emoción y comportamiento de forma automática,
rutinaria e inconsciente, que es a lo que nos induce el carácter.
Se trata de cambiar el automatismo, transformar
lo automático en elección y respuesta, la capacidad
de responder según nuestras necesidades reales y
genuinas. El Eneagrama pretende dar más luz y
conciencia a lo que somos y a qué
hacemos con lo que somos.
L o s n u e v e t i p o s
Cada Eneatipo se encuentra sobre influenciado
por una pasión, que es una motivación proveniente de
una distorsión del centro emocional, que nos condiciona
y modula el pensar, sentir, percibir, o sea la existencia y el vivir.
D e s c r i p c i ó n d e
l o s E n e a t i p o s
Esta descripción es como sobrevolar un gran país formado
por nueve estados o culturas desde la cabina del piloto.
La descripción de cada estado es orientativa; se explican
a grosso modo qué temáticas son las más imperantes
en cada Eneatipo, ya que en sí es mucho más profundo,
pero está bien para facilitar una primera toma de contacto.
Es habitual referirse a las personas de cada Eneatipo
por el número del punto del Eneagrama.
Así, si yo soy un 5 y tú quién sabe, esta forma de
hablar tiene como objetivo simplificar la comunicación
y facilitar mi zona psicológica y mi lugar de conexión
con los demás. Esto no quiere decir que toda mi
persona se limite a las características de un Eneatipo 5,
si no que mi tendencia es atascarme en las temáticas,
formas de sentir, de hacer y de pensar de este Eneatipo.
El Eneagrama me informa de mis limitaciones, peligros
y virtudes, ya que a cada Eneatipo también le pertenecen
como unos dones adquiridos en el desarrollo caracterial.
Por ejemplo, un 7 suele ser astuto y un 3 eficaz. Esto
ya lo tienen. Aquí la cuestión es seguir avanzando,
no sufrir más de lo necesario y acercarse al bienestar.
A continuación, descripciones breves de los nueve Eneatipos:
ENEATIPO 1: EL PERFECCIONISTA, EL REFORMADOR,
EL JUEZ, LA CRÍTICA: son personas que transforman su
ira en normas, leyes, estudios, pues no la
consideran una cualidad perfecta.
Buscan la perfección y hablan en términos de lo
que está bien y lo que está mal sin claroscuros,
ellos lo tienen claro. En su estado más sano/consciente/maduro,
son tolerantes y muy éticos
ENEATIPO 2: EL AYUDADOR, EL ALTRUISTA:
son personas que seducen para sentir que el otro los necesita.
Dan fingiendo no esperar, pero precisan agradecimiento,
poca tolerancia al rechazo. Necesitan ser vistos.
En su estado más sano pueden ser
realmente altruistas y desapegados
ENEATIPO 3: EL MOTIVADOR, EL TRIUNFADOR:
"yo soy lo que hago" es su eslogan de vida.
Se desarrollan en función de gustar al resto de personas.
La vanidad se traduce en la importancia de
la imagen que proyectan a los demás, y la
importancia de su autoimagen para gustarse a sí mismos.
El deseo de gustar les aleja de sí mismos/as.
Están muy identificados con su trabajo, y suelen
conseguir lo que se proponen, brillando en ello
desde la eficacia. En su estado más
sano, son sinceros y muy productivos
ENEATIPO 4, EL ARTISTA, EL INDIVIDUALISTA:
su compulsión más profunda es la envidia.
Están pendientes de los demás, y creen
que nunca tendrán aquello de lo que carecen.
Conectados a los que le falta, a su carencia.
La carencia eclipsa su valía. En su estado
más sano, son empáticos y muy creativos
ENEATIPO 5: EL PENSADOR, EL INVESTIGADOR:
necesitar poco es uno de sus lemas. Amantes del
conocimiento, intuitivos y sabios. Los observadores
de la vida por antonomasia.
Se caracterizan por la avaricia, porque no saldrán de
su escondite hasta estar bien seguros de que
tendrán suficiente energía. Dan poco por miedo
a ser pedidos después. Buscan la autosuficiencia.
En su estado más sano, son desapegados y generosos
ENEATIPO 6: EL LEAL: su fijación
es el miedo. Suelen imaginar siempre los peores
escenarios. Buscan la autoridad y el poder
al mismo tiempo que huyen de ello.
Fingidores de autoconfianza, ocultan un profundo
miedo por lo que les pueda pasar. En su estado
más sano, son valientes, leales y muy buenos compañeros
ENEATIPO 7: EL ENTUSIASTA: huyen del presente,
planificando múltiples futuros, y lo hacen constantemente.
La gula de experiencias en la vida, insaciables.
Como no se quieren perder nada, profundizan poco.
Máscara de alegría, evitan el dolor en todas sus formas,
fóbicos al dolor o lo desagradable.
En su estado más sano pueden estar muy presentes
y se comprometen, son muy animadores, capaces
de disfrutar del presente como nadie.
ENEATIPO 8: EL DESAFIADOR, EL RETADOR,
EL LÍDER: imparten justicia (a su modo). Dividen el
mundo entre fuertes y débiles.
Su fijación es la lujuria o el exceso;
tienen mucha autoconfianza,
van por la vida necesitando ser fuertes y
prevalecer sobre las circunstancias.
Fuerte personalidad, y defensores de ” los
suyos ” (el líder, el padrino).
En su estado más sano, son protectores, ayudando al
otro de forma magnánima y aportándole
fuerza. Accionan con o sin miedo
Tipo 8: El desafiador
El líder. Personas protectoras y muy asertivas.
De todo el eneagrama es el que más disfruta del
lide...
ENEATIPO 9: EL PACIFICADOR, EL CONCILIADOR:
les frena la pereza. Sobre adaptativos a los demás,
su adaptación para evitar el conflicto les
aleja de sus deseos, gustos y necesidades.
Se funden con el entorno y les cuesta
mucho expresar sus necesidades.
Entienden todas las opciones y es muy difícil discutir
con ellos, pues evitan como pueden el conflicto.
En su estado más sano, son muy buenos
mediadores y se auto-adaptan, calmando los extremismos.
Tipo 9: El pacificador
El conciliador. Orientadas a la tranquilidad y a
la paz mental, son personas comprensivas,
diplomát...
Nuestro carácter es la estructura que usamos para
movernos por el mundo; lo necesitamos para sobrevivir y
para desarrollarnos como seres humanos. Igual que un buen
traje que nos sirve para muchas ocasiones, también puede
ser incómodo o contraproducente para otras.
El trabajo con el Eneagrama nos permite ir descubriendo
cuáles son los trajes que llevamos puestos, cómo son, para
qué nos sirven y en qué sentido nos limitan.
El objetivo final es siempre ir ampliando nuestros propios
límites, sin descartar lo que sirve, abrirnos a nuevas
posibilidades de actuación y maneras de vivir.
Microrrelatos Conscientes en
clave de Eneagrama.
Tipo 2: el ayudador,
el altruista
Sonaba el clásico timbre de la campana de entrada al colegio
cuando Mario se apuraba a coger sus cosas del maletero
del coche para dar su clase de hoy.
Mario centraba sus clases en ser un profesor como a él
le hubiese gustado que fuese su profesor, siempre entregado
a sus alumnos, siempre disponible para cualquier cosa que necesitasen.
Mario creía que esa forma de darse era lo mejor para todos,
y que no había nada negativo en ello, pues siempre se
había interesado por los demás más que por el mismo.
Cuando Mario era el alumno, siempre tuvo la sensación
que ayudar a los demás era lo mejor que podía hacer,
y es por eso que se ofrecía una y otra vez a sus amigos
para ayudarles en lo que pudiese, con los deberes,
con su compañía, escogiendo la posición que necesitasen
para los diferentes juegos en los que se entretenían, e
incluso repartiendo su almuerzo con los demás. Todo esto
le generaba un agradable sentimiento de ser necesario para
el otro, ser importante para la felicidad de los demás,
y así él mismo se sentía recompensado.
Mario estaba en un momento de su vida donde los asuntos
personales no le iban tan bien, ya que su relación de pareja
de muchos años acababa de romperse, y esto le presentaba
un escenario nuevo al que no estaba acostumbrado, un
escenario en el que por primera vez no tenía a quién
darse en su tiempo fuera del trabajo.
Son estos ratos donde Mario se encontraba con su soledad,
cuando peor lo pasaba, pues no sabía qué hacer, y una
desagradable sensación de vacío invadía su espacio emocional.
Mario en ese escenario temido, decidió ser honesto consigo
mismo, y permitirse investigar de dónde provenía esa sensación
de tristeza, de profundo vacío y soledad. La relación de pareja
había acabado de mutuo acuerdo, y él era consciente de que
la relación ya no tenía sentido, de que su sufrimiento no era a
causa de esa ruptura, sino más bien de algo que albergaba en su interior.
Mario decidió ir a ver a Claudio, amigo psicólogo que le
comentó que estaba trabajando con un estudio de la personalidad
gestada inconscientemente, que estaba resultando sumamente
satisfactoria en su trabajo con las personas, pero que para
ello había que profundizar en la introspección sin tapujos, sin restricciones.
Pese a que esto le hizo dudar, Mario se armó de valor y
fue a la consulta. Tras comentar su estado con el psicoterapeuta
y responder a unas cuestiones que éste le hizo, recibió una
bofetada en forma de comentarios que le dejaron en shock:
“Inconscientemente has creado una estructura en tu forma de
pensar, sentir y actuar en la que necesitas que los demás
te consideren importante para ellos, casi indispensable, y no
eres consciente de en qué medida eres tú en realidad quien
depende del otro, pues al no haber otro no sabes dónde
enfocarte para sentir esa sensación de ser querido,
reconocido por el otro por tu ayuda y siempre disponibilidad,
recibiendo así tu recompensa.
En eso has basado tu modo de actuar Mario,
en buscar ese caramelo psicoemocional del reconocimiento
de lo importante que eres para el otro. Has confundido tu propio
placer con dar placer al otro, has perdido la noción de tus
necesidades al enfocarte siempre en las de los demás para
estar ahí siempre que lo necesiten, olvidándote de ti, perdido
de ti mismo y obviando tu paisaje interior;
es tu forma aprendida de mendigar
amor, aceptación y reconocimiento”.
Mario llegó a casa tras acabar la consulta con un dolor de
cabeza que le tenía aturdido, sabía que aquellas palabras
iban a significar un antes y un después para él en su vida.
Mario se sentó en el sillón y puso la televisión buscando
alguna distracción que le sacase de aquella sensación,
sonó su teléfono móvil en ese instante. El nombre de Claudio
aparecía como el autor de la llamada. Mario dejó sonar
el teléfono sin contestar hasta que cesó de sonar, y se
quedó absorto mirando el teléfono, sintiendo aquel vacío
existencial con más intensidad que nunca antes.
Microrrelatos Conscientes
en clave de Eneagrama.
Tipo 3: el motivador,
el triunfador
La sesión de charla y café con las
amigas había terminado ya.
Julia se disponía a coger su coche; al meter la llave para
arrancar, una sensación de vacío le recorre el cuerpo mientras
recuerda que mañana debe volver al trabajo y se pregunta
por qué en los momentos en los que está sola o sin
nada que hacer, le viene esa misma sensación.
Durante el tiempo que está con sus amigas todo es dinámico,
alegre y despreocupado, incluso cuando está en el trabajo
en su quehacer diario, llevada por esa continua exigencia,
lo lleva de forma natural; siempre se ha esforzado por
ser la mejor, o al menos destacar en su área de influencia
laboral; es bien vista por sus jefes, y valorada por su
continua dedicación a cumplir los
objetivos que le marcan año tras año.
Vive como si estuviese en una continua carrera contra
sí misma, donde la meta es superarse cada vez.
Su imagen que presenta al mundo, aquella que los
demás ven, es una imagen de persona segura y capaz.
Sin embargo, Julia está desconectada de sus verdaderas
emociones y necesidades, se ha preocupado tanto de
“vender” esa imagen suya al mundo, que se ha perdido en
esa incesante actividad de mostrarse como cree que tiene
que ser en cada situación, adaptando sus pensamientos y
acciones a las del otro según el contexto, hasta el punto de
identificarse con esa “falsa Julia” que no deja ver la
herida emocional que hay en su interior.
Julia se adapta en sus relaciones personales camaleónicamente.
Igual le da estar con sus amigas, con la familia, o con
compañeros del trabajo. Ella siempre se comporta y fusiona
con el contexto de la mejor forma posible.
Julia no es consciente de esos automatismos, que están
grabados a fuego en su personalidad;
eso es como cree que ella es.
También piensa que su terrible miedo al conflicto es
debido a que no aporta nada bueno el discutir o mostrar
diferencias con alguien, sin darse cuenta que lo que
realmente le preocupa es que su imagen se vea
dañada a los ojos del otro a raíz de la discusión.
Como le ven los demás se ha convertido en su leitmotiv,
y en ello pone casi toda su energía cada día.
Julia es un tipo 3 en el Eneagrama de la personalidad.