E L T I O V I V O D E
L A E X I S T E N C I A
Esta vida, ciertamente, es como un tiovivo… Un espectáculo
sensacional, un gran sueño, un gran misterio… A medida que este
espectáculo del mundo se va desenvolviendo, la obra se hace más
rica y más intensa; según la consciencia emerge en él, se abre un sabroso
territorio para vivir innúmeras posibilidades de experiencia… El Ser busca
la aventura del Devenir… Después, este remoto sube y baja en el tiovivo de
la existencia, esta aventura de dualidad y experiencia, comienza a
cansarnos, entonces, el Devenir busca la Paz del Ser… Todo se prepara para
que el Círculo se consume... Este cansancio – o pérdida de interés – refleja
que, tras un largo peregrinaje por el mundo, el salto a un nuevo nivel de
consciencia ya está preparado; en un momento dado, comenzamos a percibir
cómo este devenir de la energía nos hace vivir como bajeles sin rumbo a
merced de las olas y corrientes oceánicas. El sufrimiento, la vieja carga de
sufrimiento, es otra señal de este hartazgo y esta necesidad de cambio.
Ahora bien, para sentir realmente este cansancio, la energía implícita
en nuestro destino se tiene que gastar; esta energía por vivir, este karma,
tiene que fluir y liberarse, tiene que colmarse… Es entonces cuando
nuestra fascinación por el espectáculo, por sí misma, se cae… Después de eones
de tiempo cabalgando en el tiovivo samsárico su influjo y su magnetismo se
debilitan, poco a poco, pierde poder sobre nuestra consciencia, dejar de atraer
nuestro interés…, ahora escuchamos como un susurro profundo que
nos lleva hacia la Paz del Ser…
Si sentimos esta llamada, entonces necesitamos cambiar nuestra
focalización del cuerpo mental al cuerpo espiritual, tenemos que realizar este
tránsito. La confusión inicial es natural, la duda es natural, la inercia y los
viejos hábitos tienen que gastarse, y este proceso, en ocasiones, puede ser muy
duro y desalentador… Si es así, ten paciencia, y persevera… Uno de los
aforismos más repetidos del I-Ching es: la perseverancia trae ventura.
Cuando las dificultades y la oscuridad te desalienten, recuerda que tienes dos
posibilidades: creer o no creer en las apariencias, ser arrollados por ellas o
permanecer en la confianza. Lo único valioso que tenemos cuando la luz no está
es esta pistis, esta confianza… En mitad de la noche siempre queda la confianza…
Este es el Tiovivo Divino, ciertamente… Vivimos la aventura del Devenir y ahora
buscamos la Paz del Ser, pero recuerda, el Círculo se completa cuando el Ser
vuelve y se realiza en el Devenir… Entonces vives en la Paz y disfrutas de la
Creatividad del Mundo, descubres este Abrazo, y el gozo fluye… Casi todas las
tradiciones, por cierto, reflejan esto; todas hablan de regresar al tiovivo, despiertos.
Bill Hicks, con su humor y su genialidad característica, nos dejó este regalo:
"El mundo es como un paseo en un parque de diversiones, y cuando decides
subirte, piensas que es real, porque así de poderosas son nuestras mentes. Y el
paseo va arriba y abajo, da vueltas y vueltas, tiene emociones y escalofríos y
colores brillantes, y es muy ruidoso y muy divertido, por un tiempo… Algunos han
estado en el paseo por largo tiempo y se empiezan a preguntar: “¿es esto real
o es solo un paseo?”, y otros se acuerdan y vuelven y dicen: “ey, no te
preocupes, no tengas miedo, nunca, porque es sólo un paseo”. Y nosotros…
matamos a esa gente… “¡Cállenlo! Hemos invertido mucho en este paseo, ¡Cállenlo!
Miren mis arrugas de preocupación, miren mi gran cuenta bancaria y mi familia.
Esto tiene que ser real…”. Es sólo un paseo, pero siempre matamos a esos
buenos tipos que intentan decírnoslo, ¿alguna vez lo notaron? Y dejamos que los
demonios corran libres… Pero no importa, porque es sólo un paseo… y podemos
cambiarlo cuando queramos… Es solo una elección, sin esfuerzo, ni trabajo,
ni empleo, sin ahorrar dinero…, una elección, ahora, entre el miedo y el amor…"
Y una más…
"Hoy, un joven drogado se dio cuenta de que toda la materia es sólo
energía condensada, en una vibración lenta…,que todos somos una
conciencia, experimentándose subjetivamente…, que no existe la muerte,
que la vida es sólo un sueño, y que somos la imaginación de nosotros mismos…"
Amén.
Fuente: El Árbol Kósmico, El viaje de lo transpersonal, Antonio Consuegra Sebastián