Darle a la vida
aquello que tenemos
para dar
Hoy quiero compartir un artículo diferente. Más que un artículo,
comparto contigo un compromiso para con la vida que en estos
momentos late muy profundo dentro de mí.
Y si en algo te resuena y te es útil hacia tu siguiente paso de
crecimiento, me sentiré alegre de que mi compartir haya contribuido
en algo en este momento de tu vida:
Hoy me comprometo a …
Darme el permiso de ser yo mismo con libertad y en sintonía con
“algo más grande que yo”: Dar a la vida aquello que tengo para Dar.
Reconocer esa contribución única que solo yo puedo dar a la vida,
cuando centrado, escucho silenciosamente lo que el momento presente
pide de mí en cada momento, para el beneficio de TODOS.
Reconectarme con el amor incondicional hacia mis padres,
quienes me dieron la vida y gracias a esta sintonía con ellos, puedo abrirme
a Algo más Grande que yo mismo, al misterio creador, la fuente de la Vida.
Sentir de nuevo el agradecimiento, la honra y el amor hacia mi madre,
sabiendo que con ella en mi corazón me predispongo en mi vida a la
salud, el amor, la abundancia y el éxito. A saber que mi éxito en la vida es
equivalente al éxito de mi madre como madre.
Sentir de nuevo el agradecimiento, la honra y el amor hacia
mi padre, sabiendo que con él en mi corazón me predispongo en mi
vida al arraigo a la realidad del mundo tal y como es, a la fuerza de
mantenerme en mi lugar, a la fuerza del vivir y a la realización
responsable de mis metas y mis sueños.
Ocupar el único lugar que verdaderamente me corresponde:
el lugar de hijo de mis padres, el lugar de hijo de la Vida.
Ni más ni menos. En mi tamaño. Sabiendo que sólo desde
mi lugar puedo estar al servicio de la vida, dando lo que
tengo para el bien de todos.
Querer vivir la vida que me fue regalada y ayudar a los demás
a vivir la suya. Sólo así compenso la deuda tan grande que tengo
hacia mis padres, la deuda de la vida que me dieron. La compenso
con mis ganas de vivir, de dar y de servir.
Asumir mi responsabilidad para con el momento presente.
Mi responsabilidad de dar con alegría, de ver la realidad como ES
y no a través de las expectativas y pretensiones que mi orgullosa
personalidad quiere imponer. No cerrando más los ojos a la
realidad para enmascararla con mentiras, traicionando así a la vida
y a Algo más grande que yo.
Permitirme ser como soy, a permitirme vivir lo que estoy sintiendo
en cada momento, a reconocer “lo que hay” , a ver las cosas como son
y aceptarlas incondicionalmente. Sólo así puedo estar en sintonía con la
Vida, que es momento presente. Elijo estar en la vida, en el presente, confiar, entregarme
Vivirme en relación con el Ser Esencial, “eso” más grande que
yo y que al mismo tiempo Soy. A vivir en el centro, escuchando en
presencia la quietud silenciosa de la Esencia. En sintonía con esta quietud,
con el “no hacer”, toda acción que emerge en mí está puesta al servicio
de los demás, al servicio de más amor, sabiendo que el sentido de mi
vida es: Servir a la propia Vida.
Y elijo seguir con paso firme, poniendo toda mi atención en el momento
presente, permitiendo ser como es a todo lo que forma parte de
cada instante. Sólo así percibo, espontáneamente, el siguiente mejor
paso para todos en cada momento, para TODOS.
Y finalmente, renuncio a todas aquellas ilusiones, sueños y expectativas
que no se corresponden con lo que es verdaderamente esencial para mí,
para mi corazón y para la propia Vida. Que no corresponden a lo necesario
para el conjunto del todo, que sólo forman parte de pretensiones
condicionadas por mi pasado y por mi familia.
Renuncio a todas estas falsas ilusiones y me abro, responsable, con la
fuerza y el amor que vienen de mis padres y de algo más grande, a
aquellas metas, proyectos y deseos que nacen del Ser profundo,
de lo esencial para mi corazón y del servicio a la necesidad de la
VIDA, en donde yo sólo soy un ser humano más, IGUAL QUE TODOS.
Fuente: blog.escuelatranspersonal.com