LO QUE TENGA QUE
SER … YA ES
– ¿Estás preparada para que pase “lo que sea”?
– No, pero sé que cuando pase…, lo estaré.
– ¿Cómo es eso?
– Porque la aceptación consiste en abrirle tu corazón a este momento…,
no puedes aceptar un suceso futuro, sólo puedes aceptar
lo que ya está “aquí ”. Y “aquí ” no es un lugar,
sino un estado del ser y por lo tanto Es. Entonces…,
¿Qué más da lo que yo piense?… si lo que tenga que ser ya Es.
AMOR IMPROPIO
Quien no se cree merecedor de amor hará todo lo posible para
crear situaciones de desamor que confirmen su ‘carencia’.
Si no puedes amarte a ti mismo nadie más podrá hacerlo.
Y no se trata de ‘Amor Propio’, el amor no es egoísta,
no puedes conseguirlo para ti ni para nadie.
No puedes apropiarte del amor, igual que no puedes ‘no
amar’ porque el ‘otro’ no te ame.
Se trata de amarnos a pesar de nosotros mismos.
Así, cuando ya no queda nada de ‘ ti ’…, cuando has permitido
que el Amor te fulmine y te inunde de tal manera que las barreras
del miedo que te separan de él se esfumen en su fragancia…,
puedes permitir su expresión, puedes dejar que el amor te haga,
sin esfuerzo, sin posesión…, te sostiene y te sostienes en él, es un
punto ingrávido en el puedes soltarte y aprender a ver que
detrás de cualquier situación solo hay amor esperando ser reconocido.
Si no puedes amarte, si no puedes amar ‘esa situación’…perdónate,
no como un gesto de indulto hacia ti mismo, sino como un gesto
de compasión por tu humanidad, sé amable contigo.
No hay nada más hermoso que rendirse sin necesidad de protegerse.
La vulnerabilidad es de valientes…y ser vulnerable un acto de amor.
Amarse no es una obligación…
Hay algo que está permitiendo tu existencia más
allá de ti mismo…, yo le llamo Amor.
Con Amor…, para ti…
LA VIDA ES PERMITIR
Tan a menudo le exigimos a la Vida de ‘todo’.
Muchas veces sin darnos ni siquiera cuenta disfrazamos
nuestra exigencia con un sutil aroma espiritual, reclamando
nuestro derecho a ser escuchados por la vida, intentando
conseguir lo que no está aquí, alejándonos del momento,
rechazando nuestro presente, como si este momento que
contiene toda mi vida no fuera suficiente en sí mismo.
¡Qué osadía exigirle algo a la Vida!…, ella que me lo da todo,
que me ha traído hasta aquí…, que me ha visto
nacer…, que me contiene en su Ser.
Reconociendo el milagro de estar aquí, reconociendo que
todo lo que tengo no me pertenece, puedo reconocer que
todo lo que podría tener en realidad no lo necesito.
¡Así que no! A la vida no le pido nada…, me rindo a ella
con lo que hay…, me rindo porque no existe otra
cosa, y eso merece un respeto.
No se trata de pedir, no se trata de exigir.
Se trata de no evitar recibir,…se trata de permitir.
¡La vida es un gran Sí!
¡Sí!…Me quedo aquí, me quedo así, permitiendo…,
permitiendo la experiencia, permitiendo los recuerdos,
permitiendo la risa descontrolada, permitiendo los errores,
permitiendo las miradas que te hacen estallar en lágrimas,
permitiendo el abrazo de un desconocido, permitiendo mi
ignorancia, permitiendo tener miedo, permitiendo los besos
lentos, permitiendo desafinar cuando canto muy alto,
permitiendo no saber, permitiendo la vergüenza, permitiendo
la locura, permitiendo cuando no tengo ganas de nada,
permitiendo cuando me comería el mundo…, para en un
vislumbre de coraje que me pille desprevenida gritarle a la Vida…
¡HOLA VIDA…, HAZ CONMIGO LO QUE QUIERAS!
EL AMOR
EL Amor te ama,
El Amor te ve,
El Amor te abraza,
El Amor te incluye,
El Amor te usa,
El Amor te mueve,
El Amor te guía,
El Amor te inunda,
El Amor no teme,
El Amor confía,
El Amor te hace,
El Amor nunca fue,
El Amor nunca será,
El Amor siempre está aquí…,
El Amor…, siempre el Amor…,
¡Hola Amor!…si tú, Hola!
Fuente: Marta Valadés