El camino del
hombre superior
por David Deida
Si te has interesado de Tantra durante un tiempo, seguramente
hayas oído hablar de David Deida. Es uno de los autores
contemporáneos más influyentes en temas de Tantra y sexualidad
espiritual. También es conocido por ser franco, políticamente incorrecto,
y, de alguna manera, brutalmente honesto. Éste es el primer libro de
Deida que he leído hasta ahora, y lo he encontrado a la
vez estimulante y retador. El título mismo lo deja claro:
este libro está escrito para hombres, o mejor dicho,
para cualquiera cuya “esencia sexual” sea masculina.
Esto significa que aquí no estamos hablando del género
biológico, si no más bien, de con cuál de los dos polos sexuales
te sientes más identificada. Esta distinción importante, que he
explorado en mi artículo sobre la polaridad sexual en el Tantra
Yoga, es necesaria para no caer en la trampa de asumir que
cada hombre tiene una esencia sexual masculina
y cada mujer una femenina. Por consiguiente, si tienes una
esencia sexual masculina, independientemente de tu género
y orientación sexual (hetero, homo, bisexual, o cualquier otra
combinación), entonces este libro tiene unas cuantas cosas
para decirte. Si tu esencia sexual no es masculina, podrías
encontrarlo desequilibrado o simplemente poco interesante –
aquí no hay ningún intento de “complacer ambos lados”.
Deida parte de una hipotesis conocida del Tantra Yoga:
que la polaridad es necesaria para que la energía sexual fluya.
O, para usar las palabras del autor, “las diferencias entre masculino
y femenino deberían ser magnificadas, no disminuidas, en momentos de intimidad”.
Si tienes algo de familiaridad con el Tantra, no encontrarás nada
nuevo aquí. Aunque hay personas (que Deida llama “sexualmente
equilibradas”) para las que la polaridad en el sexo no es tan
importante, para la mayoría de nosotros la equaciǿn es válida:
cuanta más polarización, cuanta mayor la pasión y la
energía sexual entre los amantes.
Siguiendo esta idea, Deida ofrece una serie de consejos, intuiciones
y técnicas que pueden ayudarnos a fortalecer nuestra esencia
masculina, y entender mejor la esencia femenina de nuestra compañera.
Las dinámicas de una pareja de personas muy polarizadas son
analizadas con pasión y detalles, tanto en el hacer el amor,
como en la vida cotidiana, fuera de cualquier interacción sexual.
Para concluir, hay una breve discusión de algunas técnicas
básicas de control de la eyaculación, y un relato corto pero inspirado
de cómo la canalización de la energía sexual puede llevar
ambos amantes a elevados estados de consciencia,
y a conectar con lo Divino.
Según Deida, la diferencia fundamental en la polaridad puede
resumirse así: la prioridad para una persona masculina es llevar a
cabo su misión en la vida; la prioridad para una persona femenina,
en cambio, es sentir el fluir del amor en sus relaciones.
Claramente, estos dos objetivos no se combinan siempre
bien entre ellos, y pueden causar incomprensión y
dolor en una relación de pareja.
El secreto, según Deida, es aceptar plenamente tu propio
propósito y seguirlo hasta las últimas consecuencias, al mismo
tiempo entendiendo, respetando y disfrutando la prioridad
diferente, a veces opuesta, de tu pareja.
A fin de cuentas, estas dos maneras de entender la vida
pueden fortalecerse mutuamente en lugar de chocar, aunque
éste no sea un camino fácil. Este libro tiene la intención de
ayudar y guiar a las personas masculinas en este camino.
Las descripciones de la sexualidad polarizada contenidas en
este libro están probablemente entre las más vívidas e inspiradoras
que se pueden encontrar en la literatura Tántrica contemporánea.
Evocan una interacción sexual fuerte y pasional, en la que la
persona masculina expresa plenamente su presencia y fuerza,
mientras que la femenina expresa plenamente su apertura y entrega.
Aunque yo personalmente encuentro este recuento de la sexualidad
Tántrica bastante inspirador, está claro que no es necesariamente
apropiado para todo el mundo. Muchas parejas, de larga o corta
duración, pueden experimentar diferentes grados de polarización
a lo largo de su vida sexual a medida que el tiempo pasa y las
circunstancias cambian; en algunos casos, eso incluye que los
amantes se intercambien los papeles femeninos y masculinos.
Sin embargo, sí estoy de acuerdo con Deida en que, en la intimidad
sexual, fuertes diferencias crean una energía fuerte. Y si tu intención
es utilizar esa energía para alcanzar estados más elevados de
consciencia, entonces desde luego vas a necesitar
una buena cantidad de energía.
Nuestra vida sexual a lo mejor no siempre se corresponde con
las interacciones fogosas que se detallan aquí; pero la sexualidad
Tántrica es un camino de ensayo y error, que nos empuja
constantemente a superar nuestros propios límites y a entrar
más profundamente en la polaridad.
Si bien encuentro que el análisis de la sexualidad Tántrica
hecho por Deida es muy interesante, con su ferviente y franco
elogio de la polaridad, no estoy tan de acuerdo con la manera
en que traslada esa necesidad de polarización a todos los otros
aspectos de la vida. Buena parte de este libro está dedicada a
explorar las dificultades de una relación entre un ser femenino y uno
masculino fuera del sexo, y el objetivo del autor es claramente ir
más allá de las diferencias y restaurar la armonía sin sacrificar la polaridad.
Pero su suposición es que una persona femenina lo será de manera
extrema en todos los niveles, y lo mismo le pasará a un ser
masculino. Como resultado, la situación de conflicto arquetípica
entre hombre y mujer es descrita así: ella está inundada por sus
emociones de rabia o tristeza; él intenta mantener su equilibrio,
y la lleva de vuelta al amor abrazándola, reconfortándola, y en la
mayoría de los casos haciendo el amor apasionadamente con ella.
Realmente no hay mucho lugar para la complexidad aquí, y las
cualidades masculinas de una mujer, o las femeninas de un hombre,
no tienen mucha importancia. Además, Deida parece no creer en la
posibilidad que nos esforcemos para tener relaciones equilibradas,
manteniendo al mismo tiempo una fuerte polaridad en nuestra vida
sexual. Según su visión, si quieres tener una relación sexual
fuertemente polarizada con alguien, tienes que estar preparada a
tener una relación pasional todo el tiempo – no sólo en la intimidad
sexual. Peleas, reconciliaciones, lágrimas y una sexualidad
apasionada hacen parte del mismo paquete.
Creo que no hay contradicción entre tener una vida sexual
fuertemente polarizada y cultivar el equilibrio, que es lo opuesto
de la polarización, en otros aspectos de nuestra existencia. Al revés,
éste es uno de los caminos legítimos hacia la
evolución, yel que personalmente prefiero.
He intentado argumentar esta posición en mi artículo
sobre la polaridad sexual, así que si no estás convencida,
quizás le quieras echar un vistazo. Pero estoy seguro que,
para muchas personas, la idea de combinar equilibrio y
pasión no parece absurda, y de hecho es intuitivamente atractiva.
Con suficiente consciencia y percepción, los seres humanos
somos capaces de perseguir objetivos diferentes en diferentes
áreas de nuestra vida, y de recurrir a nuestras cualidades
masculinas o femeninas según las circunstancias.
Podemos jugar con nuestra polaridad sexual sin ser
dominados por ella, utilizando plenamente su poder en
situaciones de pasión, y suavizándola cuando necesitamos
equilibrio y entendimiento fraternal.
Como he anticipado al principio del artículo, éste es un libro
que es al mismo tiempo inspirador y discutible. Inspirador,
por su franca celebración de la polaridad, de su misterio y
de su poder inmenso. También es estimulante por las
revelaciones que contiene sobre las esencias masculinas y
femeninas, y la capacidad que tiene de ir más allá de falsos
moralismos y estereotipos. Discutible, porque da por sentado
que estamos destinados a vivir nuestra polaridad como un hecho,
y que tenemos que aceptarla con todas sus consecuencias o
renegarla completamente. También lo encuentro discutible en
cuanto representa la relación entre hombres y mujeres de una
manera romántica, pasional, a veces frustrante. Desde este punto
de vista, parecería que las historias de amor que tuvimos de
adolescentes, con toda la agitación emocional que conllevaban,
estén más cerca de una relación Tántrica que nuestras
relaciones de adultos, que probablemente contengan menos
drama y un poco más de equilibrio.
Esto es algo con lo que francamente no puedo estar de acuerdo.
Personalmente, prefiero seguir un camino de evolución hacia un ser
más equilibrado y estable, sin por ello renunciar a la pasión y
una fuerte polarización en la vida sexual.