A M A R Y H A C E R S E
V A L E R
El Tantra es el camino mágico del corazón que nos
conduce a la plenitud y el éxtasis. Dando y recibiendo, siendo
tú y dejando de serlo para sentirte el Todo.
No puede ser algo intelectual, sino una forma práctica
de vivir la vida que te ayuda a crecer como persona y lograr
mayores niveles de plenitud y realización
personal en el aquí y el ahora.
B e n e f i c i o s e n t u
v i d a c o t i d i a n a
Esto es lo más importante. Sus ventajas no se demoran
hasta un futuro lejano ni se limitan al sexo. Abarcan todas las
facetas de tu vida y comienzas a sentirlas desde el
primer día en que empiezas a practicar verdaderamente
y tomas las necesarias decisiones.
Tú mismo puedes comprobarlo. Si te funciona sigues adelante,
si no te funciona, déjalo, deja cualquier práctica que no te
funcione y no te haga ser más feliz y crecer más cada día.
El camino del Tantra pasa por instalarse en el corazón,
en tu cuerpo, en tus emociones, para saber canalizarlas
con creatividad y belleza, sabiendo evitar sufrimientos
estériles y conseguir gozos más profundos.
Frente a una sociedad excesivamente mental, el Tantra
reconoce la importancia capital de las emociones y te enseña
a darles un cauce adecuado, al igual que el agua necesita ser
conducida por sólidos canales para regar los Campos de la Vida.
D e l a I n t e l i g e n c i a
E m o c i o n a l a l a
I n t e l i g e n c i a S e x u a l
Esto es lo que en psicología llaman Inteligencia Emocional.
Junto a este concepto, el Tantra ha acuñado otro también
muy importante, la Inteligencia Sexual: el saber no sólo
disfrutar de la sexualidad más plenamente sino también el
hacer de esta poderosa fuerza una herramienta de
transformación personal, un camino que nos lleva al éxtasis de
sentir nuestra propia divinidad, lo más grande que somos.
Lo realmente difícil es avanzar en el proceso de sanación y
liberación necesario para que la plenitud del amor pueda sentirse dentro
y no tenga que mendigarse fuera. Estamos hablando de la sanación
emocional para la plenitud sexual y personal.
Algunas personas creen que abrir su corazón les hará más
vulnerables a los demás, y entonces podrán abusar de su amor
y buena voluntad. Pero esto no es cierto, sino todo lo contrario.
Cuando pueden abusar de ti es cuando no hay amor en ti hacia ti,
cuando no te valoras ni sabes hacerte valer. Entonces necesitas
que los demás te valoren para poder valorarte, que te amen para
sentirte importante, que te deseen para sentir tu atractivo...
Todo esto pone tu valor en manos de las otras personas y
no es el camino de la verdadera felicidad. Más bien crea
conflictos y dependencias entre las personas.
Algunas personas creen que amar es decir siempre sí y darle
al otro todo, incluso aunque uno no quiera o no lo desee. Nos
han enseñado también que el amor es sacrificio, pero no es cierto.
Amar a una persona es ante todo ofrecerle tu verdad y tu
honestidad. Es decir sí cuando quieres decir sí, y decir no
si hay algo que no te agrada.
Esto es verdadero amor, porque si no actúas desde tu
verdad, no le das al otro la oportunidad de relacionarse
auténticamente contigo, ni de aprender de vuestra relación.
Una relación basada en
el crecimiento
y no en la posesión
Uno de los beneficios más prácticos e interesantes del
Tantra hoy en día es cuando la pareja está en una profunda
crisis y transformación, ya que aporta un nuevo molde de
relación basado en la libertad y el crecimiento mutuo, y no en la posesión.
El Tantra te pide ser auténtico y relacionarte
con el otro desde tu verdad.
Si te entregas al otro sólo cuando de verdad lo deseas y
eres capaz de decir no cuando no es adecuado para ti
¿Quién puede hacerte daño entonces?
Consiste en nunca más depender del otro, ser
príncipe en lugar de mendigo.
En el amor somos nosotros quienes nos hacemos daño
al entregarnos a las personas que no nos corresponden,
o al encerrarnos en nosotros mismos, negándonos el
gozo y la felicidad por miedo a sufrir.
El Tantra te libera de todo esto porque te enseña a descubrir
que la llave de todo está en ti y, además, te enseña a utilizar
esa llave, te enseña a manejar la energía para que puedas
conseguir lo que realmente deseas, descubriendo,
fomentando y viviendo la vida desde tu propia grandeza.
Descubrir el Amor
Miramos con los ojos, pero es nuestra mente quien ve.
Distintas personas pueden estar viendo la misma
escena y cada una ver algo distinto.
¿Por qué esa diferencia? Porque hay una tendencia
innata en todos nosotros y es la de ver aquello que
deseamos ver o aquello que tememos ver.
Si tienes delante algo parecido a lo que deseas, tenderás
a ver eso y si tienes algo parecido a lo que
temes, tenderás a ver tu temor.
Es lo que le sucede a quien afanosamente busca un
diamante en el Bosque de la Vida. Se acercará a todo lo
que brille, a todo lo que resplandezca bajo la luz del sol. Quizá,
al aproximarse más, descubra que no es la joya que busca.
Entonces puede quedarse con su decepción y sentirse
frustrado, o darse cuenta que en la Vida hay muchas más
cosas que también brillan y merecen la pena, aunque no
sean exactamente lo que busca; así, el camino siempre será
enriquecedor porque habrá descubierto cosas que ni esperaba.
Tu caminar no se limita a lo que buscas, sino que se abre
a lo que encuentras, así en vez de limitarte, enriqueces tu vida.
Otras veces vamos caminando y cuando llega la Noche,
las sombras tejen con las ramas de los árboles fantasmas que
nos asustan, fantasmas que no existen más que en nuestra
mente porque lo que vemos son solo espejismos que
trazan la Noche y sus sombras.
Puedes quedarte con tu miedo y huir de lo que te asusta,
pero entonces no podrás comprobar que lo que temes no es
real, sino un mero espejismo de la Noche y sus sombras.
En las relaciones nos pasa lo mismo. Cuando se desea el amor,
tendemos a ilusionarnos con los demás buscando ese brillo en su
mirada que anuncia el resplandor del amor. Tendemos a ver en
cualquier reflejo del otro el brillo de lo que nos gusta, de
lo que deseamos en el amor.
Así es como nos enamoramos, mirando a la persona
para ver lo que en realidad deseamos.
Cuando nos acercamos a ella, es decir, cuando empezamos a
conocerla realmente, quizá descubramos que no es como en
realidad la hemos imaginado. Puede que entonces sintamos la
decepción o el rechazo o puede que, tras aceptarla tal y como
es, comencemos realmente a amarla.
Si vamos caminando temiendo el amor y, cuando eso sucede
es porque antes hemos sido dañados, miraremos a los demás
buscando reconocer esa amenaza en su mirada que nos
recuerde el dolor que hemos vivido.
Así es como nos apartamos, nos aislamos, nos encerramos
en nuestros miedos, mirando a las personas para ver lo que en
realidad tememos y no lo que en realidad son.
Es cierto que miramos con los ojos, pero es nuestra mente
quien ve. Así, en nuestras relaciones con los demás, tendemos a
ver lo que hay dentro de nuestra mente, tendemos a ver un
reflejo de nosotros mismos, de nuestros deseos y expectativas
o de nuestros miedos y nuestros fantasmas, tendemos a ver
reflejos de nosotros mismos más que la realidad
del otro, la realidad de la vida.
La mayoría de la gente no puede ver más allá de sí mismos,
y por lo tanto no pueden ver al otro, pero el camino del Tantra
es el camino de la conciencia, del darse cuenta, y cuando
llevas la conciencia a tus relaciones, te das cuenta que cada
relación que estableces te ayuda a crecer, te aporta un
conocimiento, una experiencia más de ti mismo,
de la vida y de los demás.
Así, cada relación te hace más grande, amplía el conocimiento
que tienes de ti mismo y de los demás, te da más experiencia,
más sabiduría y te hace crecer. Todas las relaciones son
entonces mágicas, todas tienen sentido, porque cuando
sufres te das cuenta del por qué y no vuelves a sufrir más,
y cuando gozas te das cuenta de que sólo ha
bastado que te permitas amar.
Y así vas creciendo, vas avanzando, descubriendo cosas
de ti y cosas del otro, hasta que al final descubres que el
diamante del amor que buscas, llevaba todo el tiempo dentro de ti.
Querida alma mía
Hay algo mágico dentro de ti.
Algo lleno de fuerza y de belleza.
Cuando tu mente está turbada no puedes sentirlo
Cuando miras fuera llena de expectativas no puedes verlo
Cuando estás pendiente del otro no puedes escucharlo
Cuando sufres esperando que te comprendan
no puedes sentir su consuelo y su compañía.
Querida alma mía
No dejes que nadie te turbe.
Renueva tu compromiso con la Vida
Y busca la fuerza y la belleza dentro de ti.
La Vida es siempre la búsqueda del equilibrio.
Si quieres recibir tienes también que dar.
No te preocupes tanto de lo que el otro tiene que darte
Sino de lo que tú tienes que aportar a la Vida.
Si quieres que la Vida te dé cosas
tienes que aportar cosas a la Vida.
Si quieres recibir belleza
tienes que buscar belleza dentro de ti
para ofrecerla
Si quieres que te comprendan
tienes que aportar comprensión
y comprenderte tú.
Si quieres que te den fuerza
tienes que aportar fuerza
buscándola dentro de ti.
Si quieres que te den placer
tienes que saber darte placer,
cuidando, amando y gozando de tu cuerpo.
Querida alma mía
¿Qué estás esperando?
¿Por qué dejas que se escapen uno a uno los días de tu vida
como si fuesen a volver en primavera?
Nadie va a venir a regalarte la Felicidad
si tú mismo no luchas por ella.
Si crees en la magia que hay en ti
La Vida será mágica para ti.
Si crees que mereces ser feliz
Entonces lo serás
Sólo tienes que dejar atrás aquello que te limita
Sólo tienes que dejar atrás aquellos que te limitan
Y encontrar la verdadera grandeza que hay en ti.
Fuente: extracto de la web www.vivetantra.com